martes, 30 de agosto de 2011

¿Castigo a la afición capitalina? (Vía: @LaRedAvilenaCFC)

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David De Pasquale (@Dave_51) - A inicios de esta semana, la afición de Caracas fue sorprendida con un anuncio de la Federación Venezolana de Futbol, a través de su jefatura de prensa, dando a conocer palabras de su Presidente Rafael Esquivel, expresando que, por deseo del Cuerpo Técnico y los jugadores, la selección de Venezuela jugaría su próximo partido amistoso ante la República de Guinea en la ciudad capital, específicamente en el Estadio Olímpico de la UCV.

La buena nueva fue recibida con gran alegría por la afición de Caracas, ciudad que no había recibido un partido de la selección nacional desde hacía más de cinco años. Sin embargo había suspicacia en algunos con respecto a la verdadera intención de la FVF al traer a la Vinotinto para enfrentar a un rival, que si bien ha demostrado gran nivel en las eliminatorias hacia la Copa de África, es un absoluto desconocido para la mayoría.

Tal suspicacia tomó fuerza pocos días después al anunciarse que la empresa Solid Show (Conocida por organizar espectáculos musicales y conciertos) sería la encargada no solo del mencionado encuentro amistoso, sino también todos los partidos de local de las Eliminatorias Sudamericanas a la Copa Mundial Brasil 2014.

Los temores se hicieron realidad con la rueda de prensa llevada a cabo por la FVF junto con la empresa organizadora, durante el mediodía del pasado viernes, al anunciar que la entradas para el partido Venezuela vs Guinea tendrían un valor comprendido entre Bs. 350 y Bs. 650, ¡EN SU PRIMERA ETAPA!. Esto no cayó nada bien en la afición capitalina que no está acostumbrada a pagar tales precios por espectáculos futbolísticos, incluidos eventos internacionales y oficiales.

No es secreto para nadie que esté ocasionalmente informado del futbol venezolano, que la afición de la capital, y en especial la del Caracas FC, ha sido una de las más críticas hacia la gestión de la administración actual de la Federación Venezolana de Futbol.

Canticos y banderas (o mejor conocidos como “trapos”) de protesta hacia el ente federativo fueron comúnmente vistos en el Estadio Olímpico de la UCV durante años, pero con especial fuerza en la temporada anterior e incluso en la Copa Libertadores 2010, lo cual se tradujo en fuertes multas no solo a nivel nacional, sino además provenientes de Conmebol (con el silencio cómplice de la FVF), y que causaron que la directiva del equipo rojo pidiera a su afición que se abstuviese de hacer tales demostraciones. Aun así, los cantos de protesta, en especial hacia la figura de Rafael Esquivel, no han cesado, lo cual había hecho que sobre la capital cayese una especie de veto tácito para recibir partidos de la selección nacional.

Por lo anteriormente descrito, fue una sorpresa para la afición que tras una larga ausencia se decidiese traer de vuelta a la selección a territorio caraqueño. Pero, con los últimos anuncios, sobre todo con el precio de la boletería, hacen pensar que se busca complicar la masiva asistencia de público al Estadio Olímpico de la UCV, para descartarla definitivamente como sede de la Vinotinto en el futuro.

O quizás se busca de alguna manera castigar a ese sector de la afición que asiste todos los fines de semana al Estadio Olímpico para ver a sus equipos locales (y en muchas oportunidades para alzar su voz en contra de la gestión de la FVF), porque son ellos los que notarán la diferencia entre un precio justo para ver a la selección nacional y uno absurdamente costoso que raya en lo abusivo, y que seguramente terminará por causar su ausencia de dicho evento, al menos dentro de las instalaciones.

Se podría decir que el costo de las entradas en este caso no es responsabilidad directa del ente federativo, y que eso solo compete a la empresa organizadora del evento. Sin embargo, en un encuentro amistoso en el cual la presencia del rival fue gestionada por la FVF y en la cual no asistirán los jugadores venezolanos que se desempeñan en el exterior (con lo cual se ahorra el costo de traerlos al país), el precio de las entradas, con mayor razón, luce sospechosamente alta.

Nunca sabremos con certeza si esto se trata de una maniobra de la FVF para castigar de la afición de la capital, o simplemente el comienzo de una nueva era, no la post-Copa América, sino la post-Evenpro, en la cual las empresas de espectáculos son dueñas de la Vinotinto. Eso solo será comprobable cuando se inicien las eliminatorias premundialistas, una vez se conozcan los costos bajo la organización de Solid Show.

Lo cierto es que al final, con situaciones como esta, se le da una cachetada a la afición consecuente del futbol venezolano, esa que asiste al estadio, y que va hasta los lugares más recónditos del país para seguir a su equipo, esa que deja claro que el amor al futbol venezolano no se demuestra pagando Bs. 350 para ver a un partido amistoso de la selección, sino alentando todos los fines de semana a esos mismos héroes en el torneo local.

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